
La exposición a amenazas naturales de origen sísmico constituye una variable de riesgo inherente en numerosas regiones geográficas. Para una institución de educación superior como la nuestra, la implementación de protocolos de seguridad eficaces se vuelve como una obligación ineludible. En este contexto, la Facultad de Ingeniería participó en el V Simulacro de Evacuación por Sismos de la USAC, un ejercicio práctico diseñado con el doble propósito de evaluar la eficiencia de los procedimientos establecidos y fomentar una cultura de prevención y respuesta adecuada entre estudiantes, docentes y personal administrativo.
Un simulacro de evacuación por sismo puede definirse como una representación controlada y planificada de las acciones a ejecutar ante la ocurrencia simulada de un terremoto. Su diseño se sustenta en varios conceptos clave:
1. Procedimientos de Evacuación: Conjunto de instrucciones estandarizadas que dictan la conducta individual y colectiva antes, durante y después el evento. Esto incluye la identificación de espacios seguros, la activación de la sirena que simula el sismo y posteriormente la evacuación de aulas, oficinas y edificios hacia los puntos de reunión.
2. Puntos de Reunión: Son localizaciones específicas donde estudiantes, docentes y personal administrativo y de servicios se congregan tras la evacuación. Este mecanismo es crucial para realizar un recuento rápido de personas y facilitar la identificación de posibles desaparecidos, optimizando la labor de los equipos de primera respuesta.
3. Rutas de Evacuación: Corredores y espacios libres de obstáculos, que garantizan un flujo peatonal expedito desde el interior de las instalaciones hacia el exterior. Su correcta señalización y mantenimiento es un factor determinante para el éxito de la evacuación.
El ejercicio realizado en la Facultad de Ingeniería el pasado lunes 13 de octubre fue planificado en coordinación con las autoridades universitarias y el Centro de Estudios de Desarrollo Seguro y Desastres -CEDESYD-, comprendió las siguientes fases: planeación, ejecución y evaluación.
La realización de este simulacro ha proporcionado una valiosa retroalimentación sobre el estado de preparación de la Facultad. Entre los aspectos positivos observados destaca la participación y la conducta de estudiantes y trabajadores, lo que indica un grado significativo de comprensión de los protocolos. Asimismo, la labor de los comités universitarios de respuesta de cada edificio, así como de los voluntarios, demostró ser un componente vital para la coordinación y puesta en marcha del simulacro.
No obstante, el ejercicio también permitió identificar áreas de mejora. Entre ellas, se pueden señalar la congestión en ciertos puntos de salida, la necesidad de reforzar la señalización en algunas rutas de evacuación y la importancia de realizar campañas de concientización continuas para reforzar la cultura de prevención.
En conclusión, el simulacro de evacuación por sismo en la Facultad de Ingeniería trasciende una formalidad administrativa. Se empieza a consolidar como una herramienta indispensable en la gestión del riesgo y un ensayo fundamental que fortalece la resiliencia institucional. La repetición periódica y sistemática de estos ejercicios, complementada con un proceso iterativo de evaluación y mejora continua, es la estrategia más efectiva para asegurar que, ante un evento sísmico real, la respuesta de la comunidad de la Facultad de Ingeniería sea un reflejo de eficiencia, solidaridad y seguridad. Las acciones que llevemos a cabo en el presente constituyen la mejor garantía para la protección del mañana.





